viernes, 5 de noviembre de 2010

Como me hablo a mí

Sería bonito tener a alguien para hablar como hablo conmigo. Alguien que sólo me escuche, sin dar respuestas, sin dar consejos. Alguien que sepa tanto como yo, que no tiene nada que responderme, nada que aconsejarme. Sería bonito incluso, que le pudiera hablar sin palabras, como en mi mente, sin tener que armar cuidadosamente cada frase, sin miedo a las malinterpretaciones. Por ejemplo le diría ahora que es difícil tener hormonas. Que ese no sé que incontrolable de una vez al mes, no soy yo misma. Son esas pastillas. Son esos seres. No sé. No soy yo la que grito, no soy yo la que estallo y sobre todo, no soy yo la que tiro cosas contra la pared. Sería bonito poder decirle, sería bonito.