domingo, 17 de abril de 2011

Domingo

Hoy es un domingo más de caminar por la cuerda floja. Al primer paso todo parece estable, cabeza erguida y una buena sonrisa, pero cuidado con los pasos en falso. En un domingo como estos es muy, muy fácil entregarse a la pena. Viene y te coquetea, como quien no quiere la cosa. Se te asoma a la ventana o se te cuela por la boca. Hoy quiero decirle que no, quiero quedarme con las ganas de hacer todo lo que nunca hago, y quedarme con las ganas, quiere decir quedarme del lado de las ganas, no aguantármelas. Aunque de pronto la tarde con su casi de noche me golpee fuerte y tenga que salir otra vez corriendo a zambullirme en la calle, para olvidar. Sobre todo ahora, que el gris noche llega temprano, con el primer aguacero, justo a la hora de la siesta.

domingo, 3 de abril de 2011

Soledad

Así son los días en que me siento sola. Así con el sol reluciente, los pajaritos cantando y el papá que ronca a la hora de la siesta. Son días brillantes para recordarme que estoy acá encerrada sin saber que hacer con la vida. A los amigos los imagino todos muy ocupados, entretenidos. La cobardía me crece desde el estómago hacia la garganta. La cabeza se siente mareada de angustia. Los días en que me siento sola, ni siquiera pensarte me reconforta. Ni siquiera imaginarme que vas a llegar de pronto. Los días en que me siento sola, me arde un vacío adentro y me toca empujarme a la calle para no morir de absurdo, para no entregarme de lleno al desaliento.