domingo, 17 de enero de 2010

La Plata

Las nubes de ayer, casi nos hacen quedar en la cama, pero alguna extraña fuerza nos movió a salir de la casa aun debajo de una sombrilla. La lluvia nos siguió hasta el bus y se detuvo cuando bajamos. Contra el cielo gris, posaron para nosotros las tétricas estatuas de las plazas y un sol espléndoroso nos recibió a la salida del museo de historia natural. A la catedral, llegamos empegotados por el helado que se nos había derretido entre las manos, y ya sudando, nos subimos al bus, depués de una agotadora caminata hasta la terminal. Que buen paseo.

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