Como no fui a Holanda, Holanda vino a mí. Siete alumnos holandeses en solo seis semanas de clase, es más de lo que me habría podido imaginar. Abogado, policía, sicóloga, ingeniero, diseñador, antropóloga, guía turístico... Y con ellos, montones de impronunciables nombres de ciudades y un aprendizaje: los habitantes de los países bajos son bastante altos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario