miércoles, 30 de diciembre de 2009

Plazos

Mi vida se construye de plazos que, como escalones, construyen una escalera que no va a ninguna parte. De repente, en un momento de lucidez, miro a mi alrededor y me encuentro en el mismo primer piso del mismo centro comercial, caminando sobre una escalera eléctrica que retrocede al mismo ritmo que yo avanzo. Miro hacia arriba por primera vez y descubro que no hay un segundo piso. La vida no va a ninguna parte. Me bajo de la escalera, aún dudosa, y camino por el centro comercial. Estoy cansada, hace más de 20 años que camino sin parar sobre esa escalera, sin embargo tengo unos kilos de más.
Mirando con cuidado, descubro que las cosas han cambiado un poco. Las vitrinas muestran la moda de la nueva temporada y las mujeres en las publicidades tienen menos ropa. Viendo la gente que camina me convenzo de que los hombres se parecen cada vez más a los perros y las mujeres a las diosas.
No hay mucho más para ver que vitrinas llenas de ropa, accesorios y artículos para el hogar, pero al final del pasillo, me encuentro un inmenso cine y una pequeña librería. Compro un boleto para la noche, entro a la librería y me regalo a las páginas de un libro.

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