La navidad se va, dejando las ciudades desoladas. Las familias se toman el puente y los solitarios se van a pasar el fin de semana con los amigos en algún pueblo cercano. Por las calles ruedan las hojas y el silencio descubre el sonido del polen escapándose de las flores. Todas las puertas cerradas, nada detrás de las rejas y solo uno que otro borracho rezagado sentado ante la puerta de su casa. Qué hacer en un día como hoy...
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