martes, 8 de diciembre de 2009

Sin velitas

Con que así es un día de las velitas sin velitas... Lo único que prendí ayer, fue la estufa de la casa; la caja de la natilla la miré, la examiné, pero ni siquiera la abrí; nadie puso aceite a calentar para hacer buñuelos y de las hojuelas ni nos acordamos. Un día de velitas sin velitas es un poco triste, hasta que uno prende el televisor y se acuerda de que está cansado, que mañana no hay que madrugar y que se puede quedar ahí tirado viendo shows de porquería hasta la hora que quiera.

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